La creación que presentamos hoy está especialmente indicada para lunáticos…, en el mejor sentido de la palabra. Quienes sientan una irresistible atracción por nuestro único satélite natural, pueden hacerse ahora con una réplica fiel gracias al proyecto MOON: una colaboración entre el diseñador francés Oscar Lhermitte y el estudio londinense Kudu, especializado en aplicaciones tecnológicas y en el desarrollo de productos electrónicos a medida.
Compartiendo conocimientos durante cuatro años, han llegado a realizar la primera esfera lunar topográficamente fiel a partir de los últimos datos de la NASA. Así, el trabajo artesano se ha mezclado con la ciencia y la técnica para crear una réplica exacta de la Luna a escala 1:20 millones que reproduce cada cráter, elevación o cresta de su superficie.
A diferencia de otras reproducciones del mercado, Moon no ha utilizado fotografías 2D del satélite, sino los datos recopilados por el Instituto de Investigación Planetaria alemán, que provienen del programa de reconocimiento lunar de la agencia espacial estadounidense.
Además, cuenta con un anillo de luces LED que da vueltas alrededor de la esfera: un pequeño Sol particular que ilumina de manera constante la cara correcta de la Luna y que recrea las fases lunares tal y como las vemos desde la Tierra.
Es precisamente esa combinación de superficie tridimensional con la fuente de luz la que la hace única, pues cada irregularidad del terreno se pone de relieve a través de su propia sombra, generando un efecto magnífico (¡y revelando también la cara oculta de la Luna!).
MOON dispone de tres modos de funcionamiento. En el manual, somos nosotros los que rotamos el Sol, eligiendo la fase que queremos ver. El modo demostración nos permite observar un ciclo lunar completo (algo más de 29 días) en tan solo 30 segundos, mientras que con la opción «en directo» se sincroniza ella misma con la posición real de la Luna en ese momento.
Este globo lunar a escala tiene un diámetro de 173 milímetros y está fabricado en resina de poliuretano, con un pedestal de acero y aluminio que acoge todos los componentes electrónicos.
Para la financiación de MOON, Lhermitte y Kudu recurrieron a la plataforma de micromecenazgo Kickstarter. El éxito superó todas sus expectativas, pues el proyecto tenía como meta 25.000 libras y recaudó más de 145.000. Aun así, los «lunáticos» que compraron su satélite particular por 450 libras tendrán que esperar hasta noviembre para disfrutarlo en su hogar.
