Los aficionados a los acuarios suelen disfrutar no solo eligiendo las distintas especies que les darán vida sino también decorando su interior con plantas, rocas y elementos de lo más variopinto.
Dentro de este mundo del paisajismo acuático, Japón destaca por sus imaginativos ambientes que combinan arreglos vegetales inspirados en la naturaleza con objetos sencillos pero sugerentes. El resultado son composiciones minimalistas de una belleza incompleta, inspiradas en el concepto estético nipón del wabi-sabi, basado en la fugacidad y el constante fluir de las cosas.
Este modo cuidadoso, espartano y casi poético de trabajar los acuarios de agua dulce fue iniciado en los años 90 por Takashi Amano y cuenta en la actualidad con muchos seguidores. Uno de ellos es su compatriota Haruka Misawa, que inició su carrera como diseñadora en Nendo y que desde 2014 aborda proyectos en solitario en su Misawa Design Institute de Tokio.
Su aportación a este campo viene de la mano de la impresión 3D. Misawa introduce formas escultóricas en los acuarios realizadas con esta técnica para que los peces, las tortugas, los pequeños camarones e incluso las plantas acuáticas interactúen con ellas. Son paisajes naturales alternados con la artificiosidad de las piezas impresas, que ella denomina Waterscapes.
Con la ayuda de los diseñadores 3D Kosho Yamakasi y Kennichi Hashimoto, saca el máximo partido a los contrastes entre el aire y el agua, creando, por ejemplo, pequeños ambientes donde las plantas crecen en burbujas de aire en suspensión rodeadas de agua, que los peces pueden explorar. Una suerte de peceras invertidas dentro del acuario a las que acceden por su parte inferior y que les proporcionan diversión y alimento.
En otras ocasiones utiliza tramas tridimensionales, a veces finas pero siempre envolventes, imitando la flora acuática donde los animales se refugian en busca de protección. Microarrecifes bulbosos, tramas poligonales al azar o estructuras más compactas con múltiples aberturas circulares por las que entrar y salir; todo vale para experimentar y sorprender.
Por desgracia, todos los acuarios «esculpidos» por Misawa son, de momento, prototipos con los que la creadora japonesa ha explorado enfoques contemporáneos a través de submundos flotantes seductores y panoramas atípicos que juegan a menudo con el equilibrio entre flotabilidad y gravedad. No obstante, aunque no podamos llevarnos uno a casa, nos pueden servir de inspiración para elaborar nuestros propios mundos bajo el agua.
