Diseño de Mecanoo en la isla de Texel, punto de partida de innumerables viajes al lejano oriente en los siglos XVII y XVIII. La silueta del museo compuesta por 4 tejados asimétricos recuerda a las olas del mar.

Los habitantes de Texel tienen por costumbre construir sus casas con maderas recicladas de barcos varados, y los arquitectos holandeses han utilizado la misma técnica en el diseño de la fachada de este museo.

Los tablones de madera protegen el vidrio interior desde el que se contempla el impresionante paisaje;  interiormente, proyectan un juego de sombras que le confiren una atmósfera mágica y relajante.

interior museo marítimo


Fotografía: Christian Richters y Mecanoo Architecten.

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