Intervención de Fernando Menis Arquitectos en una parcela complicada al borde del Barranco del Infierno. Este proyecto es ganador de dos premios WAF.
El objetivo de la intervención es generar espacio para nuevas dependencias municipales bajo la plaza. La actuación abarca dos elementos bien diferenciados: por un lado el edificio del nuevo Museo Sacro de Adeje, y por otro la remodelación y ampliación de la Plaza del España. Ambas piezas se encuentran en el casco antiguo -que además alberga la Iglesia y el Convento, generadores de la mayor actividad de la ciudad-.
El volumen planteado crea una plaza íntima, más cercana al tejido urbano, y otra abierta, volcada al paisaje como un auditorio natural.
La primera, concebida para dar servicio a la ciudad en su uso diario, está enmarcada por la parte superior del edificio donde se sitúa la cafetería. Este volumen de hormigón blanco asoma en la plaza y se integra en el conjunto de la Iglesia y el Ayuntamiento, a través del color y una geometría contenida, perteneciente al mundo exterior. La ubicación y diseño de la pieza ha querido enmarcar la trama existente, respetando en lo posible su configuración histórica. Por otro lado, toda la superficie de la plaza abierta queda libre y con una clara relación visual y funcional con el barranco. Aúna la función de plaza como lugar de reunión, para ver y ser visto -como en el ágora griega- y de teatro al aire libre con el paisaje de fondo de escena. Se acerca así el pueblo de Adeje al barranco: su mar. Un mar al que siempre ha permanecido cerrado.
Los espacios de exposición del museo sacro pertenecen a un mundo telúrico donde la luz cenital a través de un recorrido serpenteante da rienda suelta a las sensaciones. Recorridos con una reminiscencia cavernaria evocando una mezcla entre un lugar sacro y museístico, curiosamente, ambos, para encontrarse a uno mismo, o por qué no, para perderse.
Fotografías Simón Rota
via DiarioDesign