En Lisboa, Portugal, de CVDB Arquitetos.
Situada en el límite del centro histórico de Pontinha (Lisboa), sobre una parcela de 17.000 m2, con una topografía compleja, esta escuela forma parte del tejido urbano excepto al norte, que limita con un valle virgen. La escuela fue originalmente construida en 1986 a base de 5 pabellones prefabricados estandarizados -1 central en una planta y 4 de dos plantas- organizados a lo largo de un eje este-oeste, conectados por pasarelas cubiertas; se completaba con un gimnasio y un recreo al aire libre muy alejado de los edificios.
La rehabilitación de la escuela forma parte del programa portugués de «Modernización de Escuelas Secundarias» implementado desde 2007 y, cuyo objetivo es re-organizar el espacio, articulando las diferentes funciones y abriéndolo a la comunidad. Este proyecto propone re-estructurar las tipologías de los pabellones dispersos en un sólo edificio, conectando los pabellones con espacios de circulación interior. Se han construido los nuevos edificios con el fin de que sirvan de nexo con los edificios existentes.
La escuela gira alrededor de una plaza «del conocimiento» central cuya relación con las zonas de recreo se afianza con el paisaje y la topografía existentes; está abierta, con forma de anfiteatro y se conecta al norte con el terreno destinado al recreo. Este anfiteatro se sitúa debajo del nuevo edificio de aulas, soportado por una serie de muros de hormigón perforados, que permiten a los estudiantes bien atravesarlos, utilizarlos como asientos, para socializar o simplemente, jugar.
Las fachadas son de cemento visto y elementos prefabricados de hormigón para minimizar los costes de mantenimiento; los paneles de hormigón fueron cuidadosamente diseñados para que respondieran adecuadamente a la orientación de cada fachada. En el interior, se eligieron materiales resistentes para un uso intensivo, con un mínimo mantenimiento; el salón multiusos está alistonado con madera y paneles acústicos; los muros de los espacios de circulación están hechos, básicamente, con paneles acústicos de hormigón; las zonas «sociales» se presentan como nichos de colores vivos.
Gracias por tu comentario, Noelia. A nosotros nos ha pasado como a tí, por eso lo hemos publicado porque a pesar del hormigón, el edificio respira buen humor.
El Equipo de despiertaYmira
La verdad que es una pasada de edifcio. como trata el hormigón
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