Proyecto del Estudio de Arquitectura Toni Gironés Saderra (Barcelona, España).
En el mes de Enero de 2007, los trabajos de construcción de una de las tuberías de la red de riego del sistema Segarra-Garrigues, provocaron la aparición inesperada de los restos de una construcción prehistórica de hace 4.800 años en el municipio de Seró (Artesa de Segre, Lérida). Lo más más excepcional de este descubrimiento fue el carácter megalítico de las losas de piedra arenisca, y especialmente su profusa decoración geométrica esculpida en bajorrelieve. Estas losas eran, además, fragmentos de antiguas estatuas recicladas de un monumento escultórico anterior. El espacio cultural polivalente se ubica en los terrenos de dos huertos abandonados junto a la plaza de la báscula del pueblo. Además del espacio de exhibición donde se pueden contemplar los dolmenes, el proyecto comprende una serie de instalaciones como tienda de vino conectada a una sala de degustación y un espacio multiusos en la planta superior, que sirve de antesala al pequeño museo anexo. Este cuenta la historia del hallazgo y muestra algunas piezas encontradas en la excavación.
Una rampa hecha de hierro reforzado conduce desde el espacio público sobre la cubierta hacia el showroom o espacio cultural, cuyos muros son de ladrillo en su mayor parte. Los dólmenes grandes son naturalmente iluminados a través de las perforaciones de los ladrillos horizontales. Otra rampa lleva al exterior de tal forma que los visitantes no interfieran en el camino de los demás cuando salen y entran. En la tienda de vino los huecos de los ladrillos sirven para almacenar botellas.
A pesar de dar una primera impresión vulgar, el caso es que el ladrillo interactúa muy bien con el contenido arcaico; recuerda a las excavaciones arqueológicas gracias a su desnudez. Incluso la rampa, de hierro corrugado -que normalmente se construye con hormigón armado- recuerda a un acceso provisional de un descubrimiento arqueológico.
Este proyecto recibió el Premio FAD 2013
Fotografías Aitor Estevés