Proyecto de conversión de una oficina en una tienda de ropa de Schemata Architects (Japón).
El objetivo fue crear una sensación de proyecto incompleto/sin acabar. En el ánimo de los arquitectos, la ropa está asociada al calor humano -sensación que a veces puede volverse intensa e incómoda- Es por esto que se buscó crear un escenario lo más calmado posible. Se pretendió dejar el espacio sin terminar a la espera de que fuera la ropa la que lo completara. El proceso constructivo fue de sustraer, es decir, desmantelar, pelar y raspar capas innecesarias, excepto por algunos elementos que se añadieron.
El espacio se había usado como oficina; se eliminó la moqueta del suelo y se echó arena y una primera mano de cemento visto para hacerlo perfectamente horizontal y super liso. Como resultado, se creó un mosaico único y libre en algunas zonas, y en otras se cubrió de partículas más finas. Además, se eliminó la pintura de paredes,techo,rodapies, aislamiento, etc.; otras zonas que estaban escondidas, de hormigón y sin acabar, se expusieron al público.
Al dar la vuelta al proceso constructivo, el estado «incompleto» reaparece. Los expositores se construyen a la mitad y se dejan sin terminar. Los marcos de acero inoxidable de los espejos se soldan, dejando sin pulir las juntas, lo que crea interesantes patrones sobre la superficie. Los colgadores son tuberías de hierro anti corrosivo y se ha eliminado la capa en las juntas donde están soldadas y se han dejado sin pintar; los expositores son cajas de madera de árboles tropicales que también se han dejado desnudos, sin pintar.
Sin embargo, se añadieron otros elementos como un muro de separación de vidrio, probadores, un muro de hormigón que separa la tienda de la oficina, un cable gordo de alta tensión que sirve para colgar ropa, luminarias y cableado eléctrico. Cuando se llenó la tienda con la ropa los arquitectos consideraron que el proyecto estaba, por fin, completo.
Fotografías cortesía de Schemata Architects