El proyecto, obra del arquitecto Joâo Mendes Ribeiro, está ubicado en Portalegre, Portugal y tuvo como finalidad la instalación de un hotel de vino en un entorno particular articulando el proyecto como respuesta al nuevo programa funcional, respetando las características arquitectónicas del conjunto y los alrededores. La intervención incluyó tanto la rehabilitación y remodelación de los viejos edificios del campo como la construcción de un nuevo conjunto, basada en gestos precisos, respetuoso con las características del entorno.
La configuración general de cada edificio se mantuvo en las edificaciones preexistentes realizando sólo algunos cambios menores en los espacios interiores y la inserción de nuevas aperturas. En los módulos necesarios también se sustituyeron elementos estructurales, techos o revestimientos.
Las nuevas construcciones adquieren dos naturalezas distintas: aquellas totalmente nuevas que fueron levantadas fuera del agregado incorporado original, y las nuevas edificaciones que reemplazaron las antiguas con una nueva identidad material común: una estructura de hormigón, muros de mampostería y cubiertas de losas de hormigón.
De manera general la tierra mantiene su morfología original con ligeras variaciones en función a la especificidad de cada área. Con la finalidad de homogeneizar el espacio, el patio principal se pavimentó con arcilla estabilizada, delimitado por un perímetro recubierto de tradicional mármol blanco de la propia región. Ajeno al núcleo principal, se proyectaron cinco áreas diferentes: un viñedo cerca de la antiguo canal de riego tradicional; un olivar cerca de la nueva piscina; una huerta con grandes camas del jardín para las hortalizas orgánicas y hierbas; un área de huerto cerca de los almacenes del campo y una zona de pradera cerca de los establos y la arena de equitación
Fotografías: Eduardo Nascimento e João Fôja