Como parte de su estrategia de afianzamiento en el mercado chino, Johnnie Walker -la marca de whisky con mayor presencia mundial- buscaba un espacio único y cautivador donde dar a conocer su historia y sus productos. El encargado de hacer realidad este proyecto fue el estudio británico Love, una agencia creativa con sede en Manchester, especializada en la promoción singular de marcas comerciales internacionales.
Su flamante respuesta fue Johnnie Walker House, un lujoso y exclusivo centro en el barrio francés de Shanghai, inaugurado en mayo de 2011, al que solo se puede acceder mediante invitación. El hilo conductor del interiorismo de Love en las cuatro plantas de este edificio es el proceso de elaboración del licor escocés. Se pretende que el visitante vaya descubriendo a través de diferentes experiencias cada uno de los matices propios de la bebida. La idea es satisfacer la curiosidad de cada invitado acerca de las fases de destilación del whisky mediante una travesía tan placentera que lo convierta en
un auténtico embajador de la marca.
Para ello, Love ha creado ambientes intimistas utilizando iluminación tenue y diversos tonos ocres que recuerdan en todo momento el color del licor. Esta inmersión en el mundo del whisky escocés se intensifica mediante paredes rellenas de cebada y turba, muros en madera de roble con tipografía, lámparas de cristal en forma de licoreras o alambiques de cobre con la estructura modificada ostensiblemente en un guiño a la arquitectura china. La fusión entre ambos mundos también se ve potenciada con la inclusión de muebles y complementos con motivos orientales y victorianos. En definitiva, todo está lleno de símbolos, como los techos recubiertos de copas invertidas que tiñen de color dorado ciertas estancias.
Además, con ocasión de la inauguración del centro, se creó un whisky de edición limitada que conmemora la presencia de Johnnie Walker en Shanghai desde 1910. El cristal del recipiente se sustituyó por porcelana china blanca sobre la que se estamparon símbolos orientales y escoceses utilizando el color azul ultramar característico de la dinastía Ming.
El gran éxito del concepto de la Johnnie Walker House ha supuesto la concesión de nuevos encargos para Love, que ha creado espacios aún más grandes para la marca en Beijing y Seúl.