Reconocido, entre otros galardones, con el Premio Alvar Aalto (año 1992), Premio Pritzker (2002) o con la Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos, Glenn Murcutt es un maestro contemporáneo al que admiramos y del que bebemos.
Nacido en Londres en 1936, es el arquitecto australiano por excelencia, siendo este el país en el que se encuentran sus raíces, donde reside y donde ha fundado y preside la Asociación de Arquitectura Nacional. En Australia se concentran sus obras en un delicado y soberbio diálogo con el entorno que las rodea, hecho que caracteriza marcadamente su estilo, demostrando cómo los factores estético y ecológico pueden ir de la mano.
Arthur & Yvonne Boyd Center
Sus edificaciones se optimizan adaptando la arquitectura al clima “El medio ambiente y la obra son para mí como una sinfonía en la que todo debe sonar perfecto”. Dentro de su preocupación ecológica se encuentra el problema del aprovechamiento del agua. En Australia es un bien escaso, por lo que Murcutt introduce mecanismos constructivos para recoger el agua de lluvia y reutilizarla, colocando en los extremos de las cubiertas tanques para almacenarla.
Magney House
Los principales materiales utilizados en sus proyectos abarcan vidrio, madera, metal, piedra, hormigón o ladrillo y su elección siempre está relacionada con la conciencia de ahorro energético. A diferencia de la mayoría de sus coetáneos, trabaja solo (en colaboración con su mujer que también es arquitecto), su obra se circunscribe a su país (de donde es el máximo exponente) y sus clientes esperan años para poder serlo.
Marika-Alderton House
En entrevista concedida al periódico El País hace unos años, indicaba que de sus clientes le interesa todo: “lo que piensan, lo que leen, lo que comen, si les gusta o no el arte y qué tipo de arte”. Entiende las casas que realiza como un traje y apunta que los mejores son los que se hacen a medida. En la mencionada entrevista se recoge que nunca pensó en la arquitectura como un objetivo a perseguir sino como algo a descubrir. No teniendo consciencia de creador sino de descubridor “Para mí el mundo es un territorio por descubrir y lo que determina la obra del arquitecto es la manera en que trata de descubrirlo”.
Simpson Lee House
Amante de la naturaleza, de la música y de las matemáticas, Glenn Murcutt conjuga muchos roles en su faceta de arquitecto: ambientalista, naturista, ecologista, humanista y economista. Su obra se ha descrito en más de una ocasión como una síntesis entre la arquitectura de Mies Van Der Rohe y la nativa australiana.