Una de las cosas que más llama la atención del turista occidental que visita Pekín son sus hutong. En estos pintorescos y centenarios callejones que conforman el casco antiguo de la capital se concentran innumerables casas con entradas estrechas cuyas habitaciones dan a un patio interior.
Ante la marcada degradación de estas zonas y el éxodo paulatino de sus habitantes -que buscan mayores espacios comunes y mejores servicios fuera del centro de la ciudad-, el equipo del estudio chino Zhang Ke standardarchitecture ideó el Micro-Hutong, un refrescante experimento constructivo en la calle Yang-Mei-Zhu.
Situada en el área comercial de Dashilan, muy próxima a la plaza de Tiananmen, su objetivo es la búsqueda de posibilidades arquitectónicas en la construcción de pequeñas viviendas sociales que resulten atractivas y encajen en el reducido tamaño que proporciona un hutong tradicional.
Con un espacio de 30 m2, esta alternativa fabricada en estructura ligera de acero revestida de madera contrachapada posibilita un bajo coste de construcción sin renunciar al patio interior abierto, verdadero polo social de los hutong. El atrevido diseño mejora el flujo de luz y ventilación, y sus grandes volúmenes y ventanales integran la vida de todos sus habitantes hacia la zona común.
El proyecto Micro-Hutong, patrocinado por la firma internacional de mobiliario Camerich, utiliza además escaleras de mano en madera para el acceso a las habitaciones superiores a fin de optimizar un espacio tan reducido. Al respetar la arquitectura exterior ya existente, esta luminosa solución puede llegar a ser una alternativa viable en la remodelación a medio plazo de estas edificaciones tan peculiares de la cultura china popular.
