El barrio barcelonés del Poblenou está viviendo una reconversión integral. Lugar de referencia del desarrollo industrial de la ciudad en el pasado, un plan especial de renovación urbanística está abriendo la zona a nuevas actividades económicas, como las tecnologías de la información y la comunicación, el diseño, la cultura o la investigación universitaria.
Dentro de este marco de recuperación de instalaciones destaca la transformación de una destilería de alcohol de 1916, situada en el Passatge del Sucre, en un conjunto edificado muy especial. El afamado estudio catalán de arquitectura Garcés De Seta Bonet ha logrado convertir las cinco antiguas naves que componían el recinto industrial en 29 interesantes lofts de dos o tres niveles.
El equipo decidió cortar los edificios en vertical siguiendo el ritmo marcado por las cerchas de la estructura de cubierta y respetar en la medida de lo posible los elementos decorativos originales. De esta manera, podemos disfrutar de las fachadas de ladrillo visto, de los amplios ventanales y de las grandes alturas interiores, así como de las cubiertas inclinadas y las viejas cerchas en madera o hierro forjado que aportan tanto carácter a la construcción.
Con una superficie construida de 4.500 m2, se han creado siete tipos diferentes de espacios diáfanos con tamaños que varían desde los 102 hasta los 240 m2, distribuidos en uno, dos o tres pisos. La gran flexibilidad de las configuraciones permite su uso como vivienda, oficina, despacho profesional, taller artesano o sala de exposiciones.
En los interiores completamente modernizados, la tradición y la historia del lugar sale al paso en las columnas metálicas remachadas, las vigas de madera o las escaleras de comunicación entre niveles, realizadas en acero con peldaños de roble. Los acabados en blanco, junto a los suelos de parqué y la abundante iluminación natural proporcionan una calidez acogedora.
Las ordenanzas municipales del Ayuntamiento de Barcelona, como ocurrió en Nueva York con los primeros espacios industriales reconvertidos en hogares allá por los años 60, han tardado en aceptar este tipo de modificaciones de uso. De hecho, estas casas fueron calificadas como «viviendas no convencionales», pues el término loft todavía no estaba reconocido. En concreto, estas viviendas del distrito del Poblenou han sido las primeras de este tipo en ser consideradas «legales» en Barcelona.
Sin duda, este proyecto contribuirá a recuperar el esplendor de esta parte de la Ciudad Condal, que en su máximo apogeo industrial fue conocida como el «Manchester catalán».
Imágenes de Garcés De Seta Bonet