Si te gustan los objetos únicos, esas piezas algo aleatorias que huyen a toda costa de la fabricación clónica, entonces seguro que te encantará el proyecto «105 ltr Formen».
El alemán Fabio Vogel, un joven creador de Hannover que trabaja desde 2013 en el diseño de muebles y objetos de decoración, ha experimentado en él con dos materiales aparentemente incompatibles: los tejidos y el vidrio fundido.
Su propósito era combinar destrezas artesanas con tecnología moderna para moldear unos jarrones de gran formato nada usuales. En esta ocasión, el fuego no es un elemento destructor ni limitante, sino que actúa como un colaborador eficaz en cada diseño.
A partir de piezas de tela ignífuga cosidas entre sí, Vogel construye unos sobres que sirven como recipiente temporal del vidrio nada más salir del horno. Una vez colocado dentro, este material plástico se expande para llenar el espacio mediante técnicas de soplado, mientras otro artesano ajusta el cierre de la parte superior tirando de los hilos internos de cobre situados en el extremo de la bolsa.
La deformación del jarrón resultante solo puede controlarse hasta cierto punto. Aunque se utilicen los mismos patrones cosidos con precisión, la pieza obtenida diferirá sustancialmente de la anterior debido a ligeras variaciones en la temperatura, el tamaño o el desarrollo geométrico del conjunto durante el soplado. El vidrio al rojo vivo es un material «orgánico», y como tal, de evolución imprevisible dentro del molde.
Como paso final, los artesanos cortan y pulen el extremo abierto de las piezas para darles un acabado perfecto. Los jarrones resultantes combinan así una estética lisa con una piel donde se han transferido las texturas y pliegues del molde. La rugosidad de la trama del tejido o de las propias costuras es un atractivo adicional en cada integrante de la serie.
Además, el creador alemán incluye el uso de distintos colores para individualizar todavía más cada pieza. Desde el ámbar hasta los violetas o grises, la única frontera es la imaginación.
El fuego, el azar y la inspiración del momento se alían para dar forma a estos jarrones que no admiten duplicados, a la vez frágiles y contundentes. Unas piezas imperfectas, llenas de muescas y puntadas, pero que transmiten esa magia especial de lo elaborado totalmente a la aventura.
Imágenes vía Fabio Vogel.