Hay varios libros míticos sobre los retiros en la naturaleza salvaje y su poder transformador, como «Una temporada en Tinker Creek» de la estadounidense Annie Dillard, donde narra su aventura solitaria en un valle de los Apalaches. Pero, sin duda, el más emblemático es «Walden», el ensayo de su compatriota Henry David Thoreau, que en 1845 abandonó la residencia familiar de Concord para pasar dos años en una cabaña en los bosques, junto a la laguna que da nombre a su libro.

Esta referencia de vivir la vida intensamente en un entorno natural fue la inspiración que llevó a Aranza de Ariño y Claudio Sodi a construir en México la Casa Tiny. Situada en Puerto Escondido, en el estado de Oaxaca, es el lugar ideal para un retiro individual o en pareja que permita desconectar del estrés de la ciudad.

Haciendo honor a su apelativo (diminuto, en inglés), este bloque a dos aguas de hormigón visto dispone solamente de un dormitorio, un baño y una cocina. Su interior espartano, sin tabiques y con las paredes desnudas, se equilibra con la abundante presencia de la madera. Las puertas y ventanas con celosías regulables alcanzan su máximo esplendor en el cierre del edificio por la parte posterior.

Quizá lo más audaz o llamativo de la Casa Tiny sea su enorme mesa de cocina en hormigón, que incluye las placas y el fregadero, y que se extiende hasta la parte trasera. La madera es aquí el único cerramiento, de forma que las puertas presentan dos ranuras para salvarla al juntarse. Resulta perfecta para saborear una buena comida al aire libre.

En efecto, su enfoque minimalista ha pensado en ofrecer todo lo básico para una estancia agradable en armonía con el rico paisaje circundante, pero sin renunciar a las comodidades. Así, podemos descansar en la hamaca o improvisar una cena rápida en el horno de leña para pizzas. O darnos un chapuzón en la pequeña piscina. Si vencemos la pereza, también podemos caminar durante unos cinco minutos por un sendero entre una vegetación exuberante. ¿La recompensa? Una playa privada.

Si no queremos huir del todo de la sociedad como Thoreau, existe la posibilidad de hacer una escapada hasta Punta Altares, donde podremos visitar el Hotel Escondido -una hermosa mezcla entre hostería y boutique- o la residencia de artistas Casa Wabi (de la que hablamos aquí hace unas semanas).

Por su calidez y su tranquilidad, la Casa Tiny es el lugar perfecto para pasar un par de días, una semana o un mes. Una cabaña diáfana y moderna para disfrutar de la vida sencilla y dejarse llevar.

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