Las intervenciones sobre obras con siglos a sus espaldas suponen siempre un reto para un arquitecto. Y es que es todo un arte transitar con solvencia por ese sutil equilibrio entre las vanguardias y el respeto a la esencia histórica para lograr al final una armonía de estilos y usos, sin estridencias, pero con un sello propio identificable.

En esta ocasión, presentamos la propuesta del estudio madrileño Amann-Cánovas-Maruri para la creación de una hospedería en la localidad extremeña de Fregenal de la Sierra. El proyecto contempla toda una manzana, que engloba la iglesia y el colegio de los Jesuitas, un patrimonio que data del siglo XVI, aunque las nuevas instalaciones se centran en el patio del conjunto. Aquí, el estudio propone las habitaciones como una serie de elementos de pequeña escala con una volumetría atractiva. Estas piezas, revestidas con materiales naturales como la piedra o la madera y encaladas para integrarlas en el conjunto del pueblo pacense, muestran su modernidad con vuelos y superposiciones, encaramándose a las tapias de la hospedería con ayuda de estructuras metálicas.

Las áreas de distribución de las habitaciones tienen vistas a la parte exterior y al patio. Este es un espacio arbolado con abundante vegetación y albercas para mantener unos niveles de humedad y temperatura adecuados y disfrutar así de él todo el año.

Las habitaciones más próximas a la iglesia toman como distribuidor su nave lateral, mientras que las estancias adaptadas se sitúan en el edificio preexistente, facilitando su accesibilidad.

Para ubicar los salones sociales se reutiliza un atractivo espacio abovedado con vistas tanto al patio como a la zona de spa, diseñada para poder ser utilizada indistintamente por los huéspedes y por los no usuarios del establecimiento hotelero.

Mención aparte merece el aprovechamiento de la antigua iglesia. El comedor del restaurante se sitúa paralelo a la nave y se abre al espacio arbolado con un cerramiento que se puede retirar por completo en verano. La cocina se desarrolla siguiendo la línea estructural de la iglesia y alberga amplias áreas de servicio en la planta sótano.

Por su parte, el templo en sí pasa a convertirse en un salón de eventos y celebraciones, con una sacristía transformada en vestíbulo. De este modo, se independiza esta sección de la hospedería para que el tránsito de invitados no perturbe la tranquilidad de los huéspedes. Así mismo, esta solución fuerza el acceso lateral a la iglesia, conservando la entrada principal como un elemento más monumental.

Así pues, este proyecto de reconversión de un patrimonio histórico en establecimiento turístico se adecúa a las necesidades modernas sin desvirtuar la arquitectura frexnense heredada y sin dejar de lado toda la potencia del diseño contemporáneo.


Visita otro proyectos del estudio madrileño Amann-Cánovas-Maruri publicado en despiertaymira AQUI

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