Las fronteras entre arte y ciencia se difuminan cada vez más con el uso de las nuevas tecnologías. Lo sabe bien el artista audiovisual Nobumichi Asai, director creativo del estudio japonés WOW. En concreto, la popularidad actual de la impresión 3D le ha servido de inspiración a la hora de crear «Kagami» (espejo, en japonés), uno de sus últimos trabajos.
Esta instalación utiliza un escáner facial para reproducir el rostro de cualquier persona que se coloque frente a él. Las medidas tomadas pasan a un ordenador, que envía los datos a cerca de 5.000 barritas hexagonales accionadas por un motor. Al moverse hacia delante la distancia justa, estas varillas van configurando -como si se tratase de una lenta coreografía- la cara del participante ante sus propios ojos.
Hasta aquí la técnica, ya que una vez completado, el rostro cobra vida, convirtiéndose en un lienzo digital. Sobre él se proyecta la creación «Kacho Fugetsu» (bellezas de la naturaleza), en la que vemos aparecer mariposas, flores de cerezo, plantas, puestas de sol y otras maravillas visuales. Todos estos motivos van evolucionando a modo de maquillaje electrónico en un rostro que abre y cierra los ojos para aportar más realismo a la experiencia.
Como fondo musical para acompañar el proceso, la artista nipona Hatis Noit ha tomado los sonidos de su Hokkaido natal. El viento sobre las llanuras, el canto de los pájaros, un arroyo que fluye… todo se suma al lenguaje poético de la representación.
Este trabajo es fruto de la colaboración de WOW con un equipo de Kao Corporation (propietaria de la marca de productos de belleza Kanebo) y continúa un proyecto anterior de Asai denominado «Omote», donde el rostro de una modelo se iba transformando mediante técnicas de mapeo digital con una sucesión muy realista de máscaras, que permanecían en su lugar incluso al mover esta la cabeza. Un homenaje contemporáneo al teatro tradicional Noh.
Llevó todo un año planificar y realizar «Kagami», formando ahora parte del museo y laboratorio COCOLAB de Kao, centrado en la cosmética y la investigación en experiencias sensoriales placenteras o «kansei» a través de este tipo de productos.