Bajo el críptico título de VPT&C, el joven diseñador suizo Dimitri Bähler (Biel, 1988) ha creado toda una serie de recipientes cerámicos llenos de color. Formado en Lausana y Eindhoven, este trabajo es el fruto de una residencia en el Centro de Experimentación e Investigación en Cerámica Contemporánea (CERCCO) de la Universidad de Arte y Diseño de Ginebra.
Desde octubre de 2015 hasta enero de 2016, Bähler estuvo cuestionándose con sus obras el concepto de utilidad en nuestros hogares. Como sintetiza en las siglas de su colección, hay un juego entre volúmenes, patrones, texturas y colores a medio camino entre lo utilitario y lo meramente decorativo.
Jarrones, pedestales y diversos utensilios abstractos nos interrogan -desde su perfección formal y su diversidad de tonos y pieles- acerca de su capacidad para convertirse en objetos de uso diario o en simples complementos de decoración.
En realidad, se trata de una ampliación de la investigación «Patterns & Colors» que el diseñador suizo comenzó en 2013 en el Centro Europeo de la Cerámica de Den Bosch (Holanda). Fue allí donde desarrolló una nueva técnica para decorar volúmenes a partir del trabajo de las superficies. Aprovechando la elasticidad de una placa de látex texturizada, es posible transferir un patrón bidimensional a un objeto en 3D con una enorme precisión.
Durante su estancia en Ginebra, exprimió al máximo esta técnica jugando con las superficies y las tramas, optimizando todo el proceso de producción y dando rienda suelta a los esmaltes y al color. Según el propio Bähler, tras muchas pruebas, sus esfuerzos se orientaron en tres direcciones principales: un enfoque digital, heredero de las primeras piezas holandesas; una investigación manual, usando distintas herramientas para la talla de madera; y, por último, una transformación natural donde es el propio esmalte el que genera la textura final.
Además, si excluimos los jarrones, es posible realizar muchos de los recipientes mediante un molde de una sola pieza. Así pues, el resultado es un conjunto de objetos en la frontera de la abstracción que se pueden usar, por ejemplo, como cuencos para frutas, peanas, portalápices o floreros.