Mark Mawson, un fotógrafo británico con más de 25 años de oficio, ha hecho del mundo acuático su universo artístico particular. Pero lejos de especializarse en captar escenas de la vida submarina, su auténtica pasión es la producción de imágenes «líquidas» asombrosas desde su estudio londinense.
Hoy presentamos su trabajo más reciente, la serie «Flowers and Swirls» (Flores y remolinos), un verdadero espectáculo de vórtices coloristas en el que juega con el espectador. Mawson mezcla con minuciosidad pinturas y tintas en el agua para luego transformarlas y crear auténticas composiciones líquidas en el momento del disparo. Así logra capturar con su cámara el instante preciso en que las formas sumergidas trascienden ese súbito oleaje para convertirse en rosas o en otros tipos de flores fantásticas.
En las instantáneas todo fluye y se ralentiza con una magia especial. Combinando dos o tres colores, las formas aleatorias generadas por el torbellino se transforman en cuerpos orgánicos, en paisajes sedosos e hipnóticos que imitan a la naturaleza.
Todos los trabajos de Mawson transitan por la frontera entre lo real y lo onírico, sugiriendo un universo fascinante. Con una técnica perfeccionada a lo largo de los años, es capaz de estimular nuestra imaginación con imágenes llenas de poesía. Algo muy valioso en el mundo de la moda y la publicidad, dos campos en los que se mueve con soltura, haciendo siempre evolucionar a las modelos o a los productos bajo el agua.
Su buen oficio es tan conocido que uno de sus vídeos acuáticos fue proyectado sobre las paredes del Palacio de Buckingham en la conmemoración del 60 aniversario del reinado de Isabel II. Quizá por ello -algún año después- fuese seleccionado para diseñar la campaña del Omega Spectre 007, el reloj del agente secreto más eficaz de Su Majestad…