En proyectos residenciales hay ocasiones en las que el cliente plantea unos requerimientos de partida bastante peculiares. Es el caso de la House K, diseñada en 2009 por el arquitecto Yoshichika Takagi.
Situada en la ciudad japonesa de Sapporo, una de las condiciones innegociables era crear un espacio abierto dentro de un ambiente interior. Sin embargo, para rizar el rizo, esta disposición de puertas para adentro debía ser un reflejo de la forma arquitectónica externa de la casa.
A la familia que iba a ocupar la vivienda le gustaba la sensación de estar totalmente rodeada por otros edificios, pero la zona en que iba a realizarse la construcción solo contaba con algunas casas aisladas, de ahí esta curiosa petición.
Teniendo en cuenta el clima frío de la isla de Hokkaido, con temperaturas bajo cero durante todo el invierno y veranos poco calurosos, la opción del patio interior no parecía lo más adecuado para lograr un hogar confortable. De entre todas las posibles alternativas, el estudio de arquitectura optó por recrear un espacio «al aire libre» dentro de la vivienda, pero aislado térmicamente.
Para reproducir el efecto de estar cercados por edificios, las habitaciones interiores adoptaron la forma de pequeñas casas de madera, con el mismo tejado a dos aguas de la envoltura exterior (¡y hasta los pequeños pilares en la cúspide imitando chimeneas!).
La minialdea interior conseguida mediante esta solución se ajustaba por completo al aspecto demandado por el cliente. Además, las numerosas claraboyas y cristaleras proporcionaban una iluminación natural abundante.
De esta forma imaginativa se logró enlazar los conceptos de interior y zona al aire libre sin necesidad de crear un verdadero patio. En su lugar, la amplia cocina-comedor funciona como eje distribuidor del espacio. Así mismo, la colocación estratégica de un total de 6 perfiles en forma de casa a lo largo de la vivienda permitió la creación de una terraza retranqueada para los días más cálidos.
Esta dilución visual de la idea de dentro y fuera convierten a la House K en una especie de moderna matrioska japonesa, con volúmenes que se desarrollan y evolucionan unos dentro de otros.