Los japoneses cuentan con una palabra específica –komorebi– para designar los rayos de sol que consiguen filtrarse entre las hojas de los árboles y alcanzar el suelo. Al oscilar las ramas, el juego de claroscuros va cambiando levemente sobre la superficie, creando un efecto estético relajante.
No cabe duda de que el sol en sí mismo es un elemento muy importante para el bienestar del ser humano. Sin embargo, cada vez le dejamos menos espacio en las ciudades, donde los edificios altos y la constante urbanización hacen difícil que entre en nuestras viviendas todo lo que nos gustaría.
Consciente de este problema, el diseñador e ingeniero Leslie Nooteboom ha ideado un proyector para suplir la carencia de luz natural en hogares con pocas ventanas o en los que la panorámica a través del cristal se reduce a otra pared de ladrillos.
Su sistema de iluminación, denominado precisamente Komorebi, es en realidad un proyector dinámico que reproduce imágenes generadas por ordenador. A modo de luz solar artificial tamizada por ventanas o cortinas imaginarias, estas se van desplazando por la habitación imitando los cambios de orientación del sol a lo largo del día.
Así pues, en lugar de proporcionar una luz estándar constante, esta curiosa lámpara proyecta diferentes elementos visuales, que incluso pueden programarse para ir variando de aspecto poco a poco, emulando así a la naturaleza real. Además, el usuario puede incorporar sus propios archivos digitales de luces y sombras a fin de personalizar al máximo la experiencia.
En vez de jugar con conceptos clásicos en iluminación, como la intensidad de la luz o el color, Nooteboom ha preferido experimentar con el movimiento y las sensaciones más sutiles. Ante la falta de magia interior de algunos pisos, la «naturaleza tecnológica» destilada por Komorebi puede echar una mano de forma mucho más eficaz que una iluminación artificial repetitiva.
Diseñado como proyecto de graduación en la Royal College of Art de Londres, el prototipo está a la espera de un fabricante que se anime a producirlo en serie. Desde luego, viendo los resultados obtenidos, sería una lástima dejar escapar la oportunidad de tener un sol de interior tan decorativo.