La prestigiosa firma china TAO (Trace Architecture Office) ha transformado recientemente un enorme almacén situado en Pekín en unas modernas instalaciones para una revista local. La antigua construcción que albergaba parte de la flota del Departamento de Transportes de la ciudad –inaugurada en 1958– es ahora la flamante sede central de Lens Magazine, un edificio con espacios diáfanos de oficina y un área para eventos y exposiciones.

En su remodelación se procuró conservar la estética industrial típica de la época: un inmenso tejado a dos aguas soportado por hileras de vigas de madera y tirantes de hierro. Esta depuración estructural tuvo su continuidad en el acondicionamiento del espacio interior. Para ello, se utilizaron unas elegantes estanterías negras de acero que delimitan las diferentes zonas.

Se crea así un pasillo que se extiende a lo largo de la parte central del edificio, reservando la parte trasera para la sala de exposiciones. Allí, unas paredes de acero pivotantes hacen la función tanto de muros de separación como de paneles para instalar las obras de arte. De este modo, la versatilidad del área es total. Solo con abrir o cerrar paneles se puede pasar de un espacio fluido a una estancia privada para conferencias o talleres.

Por otro lado, el corredor de estantes –como guiño industrial– crea una división entre la oficina abierta y las salas de reunión o las áreas de servicios. Así mismo, su diseño liso y oscuro desplaza nuestra atención de forma natural hacia la rica estructura del techo.

La oficina principal, de doble altura, ocupa el lado sur. Para asegurar una óptima iluminación natural, hubo que abrir numerosas ventanas en las paredes de ladrillo, ya que el almacén primitivo carecía de ellas a este nivel.

En el lado norte, otro espacio diáfano de oficinas ubicado en un piso superior convive con varias salas acristaladas y un salón con vistas al área expositiva. Aquí, los techos más bajos proporcionan una sensación de más intimidad.

El objetivo del equipo capitaneado por Hua Li fue siempre «reconciliar lo viejo y lo nuevo, haciendo patente la huella del paso del tiempo». Visto el estupendo resultado, parecen haberlo logrado con creces.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *