El dúo creativo alemán Quintessenz, integrado por Thomas Granseuer y Tomislav Topic, ha ido desarrollando con los años un estilo inconfundible. Muy influenciados por la cultura del grafiti y los universos cromáticos, se han especializado en la realización de grandes murales e instalaciones.
Sus obras combinan el uso de la imagen en movimiento, el colorido y una nueva lectura de los edificios que las acogen, ya sea en sus fachadas o en su interior. Una buena muestra de esta hipnótica mezcla es su reciente instalación Kagkatikas Secret, que forma parte del Proyecto de Arte Contemporáneo Paxos.
La isla del Adriático de la que toma el nombre la iniciativa ha servido de marco para esta intervención en un edificio en ruinas de 400 años de antigüedad. Los muros de la construcción se aprovecharon como soporte para decenas de telas teñidas con infinidad de colores. Jugando con tamaños decrecientes, degradados de color, la distribución espacial y el efecto oscilante del viento han conseguido crear una especie de híbrido entre el mundo analógico y el digital.
Si uno ve solo las fotografías –que se hicieron virales rápidamente–, la primera impresión es pensar que se trata de efectos realizados por ordenador. Sin embargo, la obra es real y palpable. De hecho, los artistas la diseñaron para que fuera disfrutada in situ. Es así como se aprecia en toda su potencia el contraste paradójico de la invención contemporánea con su entorno histórico o con el paisaje griego de árboles y mar.
La estética formal es similar a la de su anterior trabajo Paradis Perdus (2017), realizado en Les Baux-de-Provence, donde los elementos arquitectónicos cobraban aún más protagonismo a la hora de marcar el contraste entre épocas.
Pero si se quiere apreciar toda la fuerza que pueden llegar a tener las creaciones abstractas de Quintessenz, sin duda hay que echar un vistazo a Flickering Lights (2018). Ideada para la Panorama Fashion Week de Berlín, en este caso la combinación de capas y capas de color en diferentes formas y tamaños consigue un efecto monumental. La ilusión de profundidad y perspectiva obtenida con unas simples telas es asombrosa, una mezcla casi virtual entre levedad y contundencia que define a la perfección el estilo de estos jóvenes alemanes.