El Berberis Boathouse es uno de los últimos proyectos del estudio londinense Wimshurst Pelleriti. Este elegante cobertizo para embarcaciones está ubicado a orillas del río Yealm, en Newton Ferrers, una localidad del condado de Devon.

El área, de una excepcional belleza natural, se encuentra muy protegida, por lo que cada nueva construcción requiere una gran cantidad de permisos. Este encargo planteaba además una dificultad adicional: era preciso contar con una estructura moderna, sofisticada y ligera, pero capaz de elevar mecánicamente una lancha rápida de más de 4 metros de eslora.

A fin de diseñar un mecanismo eficaz y seguro, los arquitectos trabajaron mano a mano con la empresa británica Wise Handling, especializada en la producción de mecanismos de transporte para astilleros. El reducido espacio con el que se contaba obligó a usar bastante la imaginación y el sentido práctico.

La solución de puertas batientes elegida almacena la embarcación en los aleros y hace posible bajarla con suavidad hasta el agua, dejando la planta baja libre para el almacenamiento del resto de material náutico (botes, canoas, remos, kayaks, etc.).

El edificio cuenta con una estructura interna de acero galvanizado y un revestimiento en madera de alerce siberiano sin tratar para reflejar los bosques del entorno. Con el tiempo, la parte exterior irá adquiriendo un tono plateado –a juego con la parte metálica–, mientras que el interior conservará la calidez del tono dorado actual.

La iluminación natural se aseguró mediante una gran banda de policarbonato que corona toda la longitud del tejado. La luz difunde así hacia la zona principal y la cubierta intermedia. En cuanto a los accesos, se habilitaron una serie de puertas correderas para introducir el material con facilidad desde tierra o desde el agua.

La restauración del muelle merece una mención especial. Para el suelo se emplearon bloques recuperados de granito de Cornualles, siguiendo la pauta de adoquines típica del pueblo. Así mismo, se habilitó un área de solárium y se rediseñó el camino de acceso para potenciar las vistas panorámicas al río.

Con todos estos detalles, el flamante Berberis resulta un más que digno compañero para el cercano e histórico Baring Boathouse, encargado hacia 1880 por el primer barón Revelstoke.

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