La Villa Vanoosh es un exponente de cómo incorporar las ventajas del diseño contemporáneo a un modelo tradicional de vivienda. Ubicada en la provincia iraní de Mazandaran, al norte del país, combina elementos de la arquitectura típica de la región –espacios flexibles, seguros y adaptados a la climatología– con un planteamiento estético atrevido pero eficaz. De este modo se eliminan componentes innecesarios sin sacrificar un estilo de vida secular.
En lugar de levantar un solo edificio, el estudio local 35-51 Architecture Office partió de una estructura dispersa de volúmenes a lo largo del área de construcción. Cada uno de ellos tiene asignada una función: un área para dormir, otra para cocinar y una tercera como gran punto de reunión familiar.
Una vez definidas esas identidades particulares, se conectaron mediante dos pasillos nada convencionales. Ambos corredores disponen de puertas acristaladas que se pliegan como un biombo, de forma que actúan como paredes móviles. Así pues, la morfología de la villa cambia con el buen tiempo, dejando espacios diáfanos que intensifican la sensación de libertad dentro de los 2.050 m2 de parcela.
El diseño en L del conjunto y la posibilidad de abrir las conexiones de par en par hacen posible que el viento predominante del noroeste refresque toda la casa en verano. Por su parte, la abundancia de acristalamientos en todos los volúmenes garantiza una estupenda iluminación natural. Asimismo, una serie de cortinas internas dispuestas por todo el perímetro tamizan la intensidad del sol y garantizan la privacidad de cada estancia según las necesidades.
Por expresa indicación del propietario, se diseñó una pequeña villa independiente como habitación de seguridad. Su ubicación en una de las esquinas del terreno hace que quede menos a la vista.
Además de la propia arquitectura, la Villa Vanoosh cuenta con todo un proyecto paisajístico asociado que incluye palmeras, nenúfares, arbustos ornamentales y un jardín de bambú. Pero lo que más llama la atención es la gigantesca pérgola, un entramado de madera que engloba buena parte de la casa. Su objetivo es crear con el tiempo una carpa vegetal a base de especies trepadoras, idóneas para un clima templado y húmedo como el del norte de Irán. Aparte del valor estético intrínseco, esta cubierta natural creará zonas de sombra y proporcionará una dosis extra de intimidad a la familia.