La Casa Sorrento Beach nació con vocación minimalista. Situada en la Bahía Port Phillip, cerca de Melbourne, esta obra del estudio australiano Pandolfini Architects se inspira en las antiguas casas de vacaciones de California. En esencia, consta de cinco pabellones dispuestos alrededor de un patio o jardín central con un juego de acristalamientos que diluyen las fronteras con el interior.
Esa distribución, tamizada por el uso de persianas externas, permite una enorme conexión visual de los pabellones con la piscina y la extensa zona verde, acondicionada por la paisajista Fiona Brockhoff para adaptarla al entorno costero. Además, su disposición protege el espacio central de los vientos procedentes de la bahía.
En cuanto a los materiales, también se apostó por la sencillez: ladrillos con revestimiento blanco, madera envejecida en exteriores y tejados a dos aguas de metal corrugado. Y como conexión entre pabellones, unas pasarelas de vidrio aligeran los volúmenes y acentúan cada transición.
En el interior, una chimenea bidireccional con zócalo de hormigón separa la cocina y el comedor de la sala de estar. El mobiliario azul pálido trae recuerdos de la costa, al igual que los ventiladores suspendidos de madera.
Los techos altos inclinados dan sensación de amplitud y dirigen la mirada hacia el jardín. Por su parte, el salón se convierte en el núcleo de la familia, que reparte su ocio según los grupos de edad. Un trampolín y una piscina esperan a los niños en el patio trasero mientras los adultos nadan y se relajan en la piscina principal con spa.
La austeridad de tonalidades blancas y arena en las habitaciones se rompe en el baño principal, donde las baldosas de inspiración marroquí y la grifería de latón ponen la nota de color. En el resto de baños, un azulejo texturizado ofrece una estética artesanal, enriquecida con tocadores de madera y apliques de cerámica.
La paleta de colores suaves es un homenaje a las villas californianas de Palm Springs de mediados del siglo pasado. Junto a esta decoración acogedora, los tejados inclinados con vigas expuestas, un mobiliario contenido y la disposición en una sola planta de todas las estancias evocan el carácter de refugio de playa que deseaban los clientes.