Habitar una vieja cantera. Eso es lo que nos propone Ensamble Studio, el equipo creativo español con oficinas en Madrid y Boston. Situada en Menorca, Ca´n Terra aprovecha las oquedades de una cantera de piedra de Marés –la arenisca típica de las Baleares– para idear una casa experimental en medio del campo.
La gruta tallada por los canteros pasó a utilizarse como depósito de munición durante la Guerra Civil, para sumergirse luego en un prolongado letargo del que despierta ahora. El equipo de Antón-García Abril y Débora Mesa empezó realizando un minucioso escaneo de la superficie con millones de puntos láser. De esta forma, se obtuvo un mapa preciso de la «arquitectura» subterránea disponible.
A continuación, el estudio moldeó los espacios habitables con nuevos cortes y pequeñas operaciones de refuerzo en las estructuras interiores. Se abrieron así tres tragaluces para iluminar los rincones más oscuros de la casa y aportar ventilación natural a los espacios. Unas cortinas translúcidas brindan privacidad a las áreas de descanso, mientras que parte del perímetro exterior se cierra con finas estructuras metálicas. Además, se eliminó la suciedad y el moho acumulados durante décadas de abandono.
Las instalaciones se integraron a través de una serie de losas coladas que se adaptan a la topografía de esta cueva singular, fabricadas con cemento y piedra de Marés en polvo. El uso de paneles solares, junto a la incorporación de una cisterna de agua y una fosa séptica, permite a los habitantes de Ca´n Terra ser autosuficientes.
Un mobiliario mínimo, sencillo y funcional, cumple su cometido sin distraer del verdadero protagonista: la sucesión de huecos y galerías excavadas a mano donde lo orgánico se funde suavemente con lo fabricado. Se crean así ambientes mágicos, como la piscina interior o uno de los patios, donde la roca ha sido horadada por las raíces de un árbol que persigue la luz menorquina.
En un camino inverso al habitual, Ensamble Studio construye un hogar a partir de una envoltura ya recibida. Como ellos mismos comentan, «frente a una acción impositiva que ejerce muchas veces la arquitectura sobre el medio, proponemos un viaje al interior de la materia y reconocemos la libertad con la que nos entrega espacios para vivir».