¿Hay algo más estimulante para un artista que un espacio creativo inspirado en un clásico de casi cuatrocientos años? Pues la firma china Fujian Yanlin Building Decoration lo acaba de hacer realidad en la ciudad de Fuzhou.
Su Estudio Resee, diseñado para un escultor, se basa en el libro de Ji Cheng «Yuan Ye» (El tratado sobre el jardín), publicado en 1631, a finales de la dinastía Ming. Considerada la primera monografía sobre arquitectura de jardines, define los criterios a la hora de incorporar elementos constructivos a las ornamentaciones vegetales. En este proyecto sirvió para mostrar un paisaje interior marcadamente oriental dentro de una edificación moderna.
El estudio cuenta con áreas de recepción, trabajo y reunión a la altura de las expectativas del cliente. Aunque éste no planteó ningún requisito específico –ni siquiera estético –, sí que exigió un control muy estricto del presupuesto.
Con un área de 138 m2, uno de los retos era la altura del piso. Resultaba difícil crear una sensación tridimensional holgada con los 3,1 metros disponibles sin contar las tuberías y el resto de equipos. Además, el presupuesto ajustado hacía más complejo seleccionar unos materiales acordes al objetivo final.
Como solución, el equipo instaló todo el cableado y las conducciones de agua en el techo. De este modo, al no interferir en el suelo, se pudo crear un jardín interior sin limitaciones. La ausencia de puertas libera espacio adicional y da una sensación extra de amplitud.
Para acentuar dicho efecto, se practicaron diferentes aberturas a ras de suelo en varias habitaciones. La luz natural se filtra a través de ellas y muestra unos interiores distintos según el momento del día. Este recurso casi teatral impacta al visitante, que al tener cubierta la mitad superior de las vistas concentra su atención en los detalles y en el paisaje natural que se asoma a su alrededor.
El estudio se convierte así en un escenario donde se funde el jardín con la materialidad arquitectónica. Algo que llega a su máxima expresión en la denominada sala Zen. Viendo la paz interior que desprende, nadie diría que Resee forma parte de un edificio de oficinas en pleno polo industrial de la ciudad…