La arquitectura social es un pilar fundamental para la construcción de ciudades inclusivas y habitables. Un ejemplo elocuente de ello es el Bloque de 54 Viviendas Sociales en Bon Pastor, un proyecto llevado a cabo por el estudio Peris+Toral Arquitectes y Jaime Pastor en Barcelona.
En medio de un entorno urbano, este proyecto destaca por su apariencia moderna y su compromiso con la vivienda asequible y de alta calidad. Las 54 unidades de vivienda se distribuyen en un bloque. Un edificio vibrante que aporta vida y carácter al paisaje urbano.
El diseño es contemporáneo. Aún así, muestra respeto por el entorno. Es un edificio con celosía y estética constructiva al que se accede por una pasarela tras la celosía. Busca una identidad que no destaque y se fusione con el Grupo de Viviendas en el Polígono Milans del Bosch de Martorell, Bohigas y Mackay.
También por la comunidad local. El edificio tiene una configuración en L. Esto permite un espacio común central. Se trata de un patio verde. Fomenta la interacción entre los residentes y ofrece tranquilidad en la ciudad.
El interior de las viviendas es funcional y está diseñado pensando en el confort de los residentes. El uso de grandes ventanales permite la entrada de luz natural, creando espacios luminosos y agradables. Además, los apartamentos son modulares, lo que permite a los residentes adaptar el espacio a sus necesidades.
El Bloque de 54 Viviendas Sociales en Bon Pastor ejemplariza cómo la arquitectura puede ser una herramienta para la inclusión y la mejora de la calidad de vida. Este proyecto demuestra que la vivienda social puede ser asequible, estéticamente agradable y funcional.
En el municipio de Inca, Islas Baleares, puedes conocer otro proyecto de vivienda de protección pública que destaca por su enfoque arquitectónico innovador y su compromiso con la comunidad. Es un proyecto diseñado por Joan Josep Fortuny Giró y Alventosa Morell Arquitectes. Un ejemplo de cómo la arquitectura puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas.