12The Vanished House, diseñada por Hu Quanchun de Field Conforming Studio, se trata de una reflexión sobre la memoria, la impermanencia y la transitoriedad de nuestra existencia. Presentada en la segunda Bienal Internacional de Escultura Ecológica del Lago Este en Wuhan, esta obra trasciende su forma física para convertirse en un espacio de reflexión, un lugar para el recuerdo del tiempo.
El recuerdo del tiempo
La casa, una silueta cubierta de hiedra seca, evoca las ruinas de un hogar que ha sido consumido por el tiempo. Hu Quanchun utiliza acero corten, un material que se oxida naturalmente; esta elección del material supone una manifestación de la naturaleza efímera de la existencia humana, una declaración de intenciones en cada elemento de esta obra.
Lo que hace a The Vanished House singular es su capacidad de conectar con el espectador a un nivel emocional profundo. Un espacio que representa presencias pasadas. Las hiedras que la cubren no solo representan el avance implacable de la naturaleza, sino también la persistencia de la memoria y el espíritu humano.
Lo que una vez no fue nuestro
En su simplicidad, la obra plantea preguntas sobre lo que perdura y lo que se desvanece. En el contexto de la Bienal, se convierte en un comentario sobre la interacción entre el hombre y su entorno. Cómo la naturaleza reclama lo que una vez fue suyo.
Se trata de un recordatorio conmovedor de la fugacidad y la belleza inherente en la desaparición.
Hu Quanchun no solo crea una pieza arquitectónica, sino un espacio donde la memoria, la pérdida y la esperanza coexisten. Un lugar para reflexionar sobre la conexión entre el hombre y la naturaleza y nuestras inevitables ataduras a ésta. Una representación del recuerdo del tiempo y su imparable camino.
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