El estudio Atienza Maure Arquitectos, responsable del diseño de Sardenya 356, enfrenta el reto de transformar un espacio residencial en un testimonio de innovación arquitectónica. El proyecto no solo respeta la memoria del edificio, sino que también propone una nueva manera de habitarlo. La fachada, con su juego de texturas y materiales, se convierte en un elemento de interacción con la ciudad, reflejando la luz y las sombras de manera dinámica a lo largo del día.

LA LUZ COMO MATERIAL

El interior del edificio es un testimonio de cómo la luz natural se puede convertir en un material de construcción más. La disposición estratégica de ventanas y espacios abiertos facilita la iluminación natural de los apartamentos, lo que no solo tiene un impacto positivo en el bienestar de sus habitantes, sino que también reduce la necesidad de iluminación artificial, subrayando el compromiso del proyecto con la eficiencia energética y la sostenibilidad.

Uno de los aspectos más destacados de Sardenya 356 es su enfoque en la creación de espacios que fomenten el sentido de comunidad entre sus habitantes. Las áreas comunes, diseñadas para ser puntos de encuentro y socialización, reflejan una comprensión profunda de cómo el diseño arquitectónico puede influir en la forma en que las personas interactúan entre sí y con su entorno.

En su esencia, Sardenya 356 no es simplemente un edificio, sino una declaración de principios; una obra que desafía las convenciones y busca redefinir lo que significa vivir en la ciudad. En este proyecto se observa un equilibrio cuidadoso entre la innovación y el respeto por el contexto histórico y cultural en el que se inserta, mostrando que es posible mirar hacia el futuro sin olvidar el pasado.

LA LUZ COMO RECURSO

El proyecto explora el potencial de las fachadas de Barcelona del siglo XIX, con galerías acristaladas protegidas por simples persianas enrollables de madera que, al abrirse, forman balcones continuos a lo largo de toda la fachada. El estudio adapta este sistema de sombreado mediterráneo con un diseño personalizado de persianas de pino motorizadas montadas en carpintería de aluminio plegable.

Al utilizar persianas de madera comerciales se asegura que pueden ser fácilmente y económicamente reparadas o reemplazadas. Las ventanas van del suelo al techo para lograr la sensación de máxima apertura en verano y jardín de invierno, con suelos de hormigón pulido y techos de losa de hormigón expuesto. La planta baja cuenta con dos dúplex pasantes con un jardín trasero, protegidos de la calle por celosías deslizantes de pino. El cuerpo superior se puede abrir completamente para lograr privacidad y un efecto de luz cenital que añade un gran valor a las viviendas.

La obra de Sardenya 356 es, en definitiva, una invitación a reflexionar sobre el papel de la arquitectura en la sociedad contemporánea. Un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser un vehículo para el cambio social, promoviendo no solo la estética y la funcionalidad, sino también la inclusividad, la sostenibilidad y el bienestar colectivo. Innovación arquitectónica que solo avanza.

Descubre el proyecto Life Reusign Posidonia, otro ejemplo de innovación y sostenibilidad en arquitectura.

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