La firma brasileña MNMA Studio desarrolla proyectos minimalistas basados en una estética simple, eficaz y llena de sensibilidad. Una de sus últimas creaciones es el espacio comercial Dois Trópicos en São Paulo, un auténtico oasis para desconectar de la jungla urbana de la metrópoli.

Se trata de un concepto híbrido que integra la gastronomía, la práctica del yoga y la botánica donde prima la calma y el cuidado de uno mismo. Podemos almorzar tranquilamente, practicar la relajación, darnos una ducha refrescante o comprar plantas y flores exóticas en su tienda. Todo está pensado para ofrecer una experiencia lo más parecida posible a un hogar a través de materias primas naturales y trabajo artesano.

La tienda recibe al visitante con una fachada translúcida y plegable de policarbonato que contrasta con el resto de materiales. Los paneles pueden girar y desplazarse para proporcionar distintos patrones de sombra según el momento del día. Este método de regulación solar y de ventilación permite prescindir del aire acondicionado.

Ya en el interior, nos invade una atmósfera acogedora de colores terrosos, matizada por la iluminación natural. La terracota es la protagonista, con una gradación tonal que se expande por paredes y techos, así como en los diferentes colores de los ladrillos artesanales que conforman el suelo y parte del mobiliario. Es un regreso a las construcciones básicas, sin artificios, unidas a la tierra y con pequeñas imperfecciones a la vista.

Dentro de este ambiente de paz destaca la escalera de caracol, que conecta la planta baja con la superior, dedicada a la práctica del yoga y la relajación. Su esqueleto de hormigón queda prácticamente oculto bajo el revestimiento terroso, dándole un aire de escultura al tiempo que facilita una transición suave entre pisos.

Una gran abertura circular en la pared del fondo da acceso al patio exterior, que incluye el área de restauración. El techo acristalado permite disfrutar al visitante de la naturaleza que lo rodea mientras toma su plato preferido. Esta zona trasera no se pavimentó a fin de permitir un buen drenaje; simplemente se cubrió con grava de granito para darle resistencia mecánica.

 

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