Vitra Campus, en la localidad alemana de Weil am Rhein, es el centro de producción del prestigioso fabricante de muebles suizo y, además, un terreno de experimentación en arquitectura y diseño.

En las últimas décadas, los más reputados arquitectos (Tadao Ando, Álvaro Siza, Zaha Hadid, Herzog & de Meuron o Frank Gehry) han proyectado edificios para este recinto. Y en 2012 se añadió una nueva perla: las instalaciones de producción de Vitrashop, la empresa de diseño de tiendas del grupo.

En esta ocasión, se eligió al estudio nipón SANAA, capitaneado por Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa. Su arquitectura ligera y precisa, junto con su dominio de los volúmenes complejos y multifuncionales, fueron determinantes. Hasta ese momento, sus grandes obras se habían centrado en edificios culturales o universitarios, siendo esta su primera incursión en el campo de la fabricación.

La dirección quería sustituir las antiguas instalaciones, ya anticuadas, por un pabellón de 20.000 m2, una superficie que casi duplicaba la original. Para ello proponía cuatro áreas ortogonales separadas que operasen de forma independiente, pero que en caso necesario pudieran convertirse en una sola línea de proceso. Tras analizar la idea, SANAA planteó una solución insólita: ¡un solo edificio circular! Esa opción se adaptaba mejor a las necesidades de Vitrashop, que elabora elementos estándar, aunque personalizados con los requisitos de cada cliente, lo que descarta flujos de producción lineales.

Así pues, se levantó una construcción de más de 160 metros de diámetro y 11,4 de altura, con zona de almacén al norte, área de montaje en el centro y muelles de carga en el sur, reduciendo los flujos de transporte en el interior.

 

A pesar de su armadura de acero, con soportes de 9,5 metros, su componente más icónico es la fachada ondulada. Se superpone a la cara externa y rodea todo el volumen. Por expreso deseo de los arquitectos, no es un círculo perfecto, lo que recuerda un dibujo a mano alzada. Elaborada con elementos de cristal acrílico de 1,8 x 11 metros, evita la iteración monótona de las ondulaciones integrando una sucesión irregular de ondas más anchas o más estrechas.

Esta ausencia de patrón también permite un encaje perfecto de las aberturas en la fachada (puertas, muelles y ventanas), distribuidas por todo el perímetro. Singularidad y espíritu funcional para una de las naves más representativas de Vitra Campus.

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