El casco histórico de Montevideo cuenta desde hace unos meses con un nuevo inquilino que recupera parte de su antiguo esplendor: el Culto Café. Ubicado en la calle peatonal Sarandí de la Ciudad Vieja, el local ocupa la planta baja de un edificio de principios del siglo XX. En aquella época, Uruguay era conocida como la «Suiza de América» por su prosperidad económica, y esas raíces esplendorosas son las que se han querido mostrar en la remodelación del establecimiento.
Taller Capitán, la firma encargada de la renovación, se encontró con un local en estado ruinoso, lo que obligó a diseñar un proyecto integral. Para devolverle el brillo de antaño, el arquitecto uruguayo Jeremías Merino planteó dos líneas de trabajo. Por un lado, se conservaron los muros derruidos –con las muescas propias del paso del tiempo–, el suelo centenario de mosaico y se recuperaron las aberturas originales. Estas «ruinas elegantes» se convierten en potentes elementos simbólicos que nos trasladan a su periodo de mayor apogeo.
En contraposición a estos valores históricos, un color verde intenso inunda la cafetería, y el baño de zinc amarillo del mobiliario nos trae a la memoria los antiguos bronces de la época. El contraste funciona de maravilla, equilibrando lo llamativo y lo clásico.
Además, se jugó con el concepto del culto al café que da nombre al negocio incluyendo una zona muy peculiar al fondo del local, que da acceso a los baños. Inspirada en la cripta del Señor de la Paciencia –a pocas manzanas de allí–, incluye un arco y una vela a modo de ofrenda. La pared se dejó en su estado original para imitar las de la iglesia, donde los fieles escriben sus peticiones con la esperanza de verlas cumplidas. En este caso, la promesa es saborear una de las mejores cartas de café del barrio.
Todos los muebles se diseñaron específicamente para este proyecto de rehabilitación. La tapicería en negro realza los acabados de zinc amarillo de sillas, mesas y luminarias. Así mismo, los bancos corridos junto a los ventanales y la cuidada disposición de las mesas sacan el máximo partido a los 63 m2 del local.