Hace ocho años, el estudio islandés PK Arkitektar ganó un concurso para construir 20 cabañas de alquiler vacacional en la localidad de Brekkuskógur. Ubicada en el suroeste de la isla, esta zona tiene un especial interés paisajístico, pues incluye excelentes vistas al lago Laugarvatn.

Con un enfoque mínimamente invasivo sobre la naturaleza circundante, el equipo diseñó unas viviendas con espacios de circulación interior limitados, pero con grandes terrazas y ventanales para aprovechar todo el paisaje, en especial sobre la vertiente sur.

Siguiendo la tradición rural de Islandia, se conservó la cubierta vegetal en la fase de excavación de cada edificio para reinstalarla en los tejados una vez terminados. Además, con la tierra sobrante se conformaron búnkeres de protección contra el viento. De esta forma se consiguió un doble objetivo: resguardar las terrazas al aire libre todo el año y fusionar los techos con las praderas en pendiente a la vieja usanza.

Las construcciones de una sola planta en madera descansan sobre una base de hormigón. En cuanto al exterior, se revistió con listones de madera quemada, una forma de preservar dicho material bastante usada en Japón y otros países. El contraste con los colores verde y pardo de los pastos resulta muy atractivo, encajando también con el entorno montañoso de fondo.

En el interior, la sala de estar y el comedor se unen a la cocina en un espacio diáfano con acceso al resto de habitaciones, lo que casi elimina el pasillo. Por su parte, el baño cuenta con comunicación directa hacia la bañera de hidromasaje de la terraza. Respecto a la decoración, se optó por el hormigón pulido en los suelos y un revestimiento de paneles de madera para los techos, que replica el patrón de listones exterior. Las paredes en blanco potencian la luminosidad, aunque el mobiliario gris en cocina y dormitorios, junto con la carpintería metálica del mismo color, le dan a la casa cierto aire tristón.

Las cabañas de PK Arkitektar cumplen con todos los estándares ecológicos, presentando una huella de carbono muy próxima a cero. Y, por supuesto, aprovechan la naturaleza volcánica de la isla como fuente de energía geotérmica para todas las viviendas.

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