Saigon House se encuentra en la ciudad de Ho Chi Minh (Vietnam). en el distrito Binh Tranh, un barrio tradicional en vertiginosa transformación hacia la modernidad.
Reflexionando precisamente sobre esa transformación de la ciudad, muchas veces mal entendida, en que se tiende a rechazar y a destruir el patrimonio construido, lo heredado, el estudio A21 plantea esta esta deliciosa intervención como homenaje a esa tradición.
Así, el proyecto pone en valor objetos recuperados, materiales reciclados de construcciones ya demolidas en el entorno y el trabajo de artesanos y oficios locales, entendiendo su valor histórico, cultural, sentimental, material y estético. Se convierte casi en un santuario de valores tradicionales.
El lugar, un solar en una bulliciosa calle del centro de la ciudad responde a la tipología característica de tantas urbes asiáticas: un espacio entre medianeras, de gran profundidad y de sólo 3m de anchura. Este comprometido condicionante espacial de partida sirvió para organizar el programa de una manera brillante, imitando las características espaciales de los abigarrados y estrechos callejones de la ciudad.
El programa debía responder a las necesidades de una familia con siete hijos, con espacio de alojamiento también para invitados. Así, los dormitorios y espacios privados se organizan como cabinas individuales, suspendidas en el vacío entre las medianeras y superpuestas unas respecto a otras verticalmente.
El vacío entre las cabinas cerradas se dedica a los espacios de comunicación y de uso más público, consiguiendo así unas zonas privadas y recogidas, preciosas cajas que esconden secretos, y otras abiertas y públicas con sensación de aire libre, de estar en la calle.
Esta interesante distribución, acorde a la climatología de la ciudad de Ho Chi Minh, consigue crear una atmósfera de ciudad dentro de la casa, una analogía del barrio tradicional, del callejón, variado, lleno de colorido y textura. El vacío interior se vive en común a modo de patio desde el que se perciben el sol y la lluvia.
La casa no se abre al exterior por la fachada a la calle, sino que la cubierta se resuelve mediante una rejilla metálica abierta que, en el futuro, se cubrirá casi completamente por vegetación, a modo de gran respiradero vertical.